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Martirio y Raúl en el Teatro de la Ciudad, boletos a la venta

Martirio, la gran cantante española, íntima amiga de Chavela Vargas, regresa a México para presentar su nuevo material, ‘En un mundo raro, Cantes por Chavela.’  En el DF, Martirio se presenta en el Teatro de la Ciudad el sábado 17 y domingo 18 de mayo. Su concierto será un fino y sentido homenaje a Chavela quien la invitó a Martirio a participar junto con ella en su último concierto en México, él que resultó ser su despedida, en el Palacio de Bellas Artes. Martirio y  su hijo Raúl, un guitarrista como pocos — fundador del grupo seminal Son de la Frontera — interpretarán Luz de Luna, La llorona, Las simples cosas y otros temas que recuerdan los años dorados de Chavela Vargas.

Los boletos ya están a la venta en Ticketmaster.

Festival Balagan Balkan, Sabo Tercero

Cuando Eduardo sacó a Salvador Tercero de su estudio de grabación

Dueño de unos estudios de grabación en la Colonia Juárez, fundador y director de una exitosa escuela para ingenieros de sonido, Salvador Tercero ha sido el ingeniero de monitores para Luis Miguel, ha grabado discos para Armando Manzanero y muchos etcéteras más. Sin embargo, me ha acompañado –desde 1994– a diferentes estados de la República, grabadora en mano, creando estudios improvisados para registrar a grandes artistas como son Los Camperos de Valles y Chavela Vargas, entre otros. Aprovecho de este blog para revelar una faceta poco conocida –de grabador de campo– de un ingeniero muy querido y estimado en el medio.

Cuando empecé a realizar los viajes de grabación en 1972, el ingeniero siempre fue Enrique Ramírez de Arellano, académico como era yo en ese entonces, con trabajo previo en los estudios  de Phillips en Holanda y, con el tiempo una gran experiencia en realizar grabaciones de campo con equipo cada vez más sofisticado.

Cuando formamos Discos Corasón en 1992, Enrique grababa ya poco conmigo: había llegado el momento de necesitar a alguien que podía comprometerse profesionalmente, tal como yo lo había hecho cuando abandoné la biofísica en favor a la música tradicional. Conocí a Salvador Tercero cuando era el asistente de una figura ahora legendaria en el mundo de la grabación de audio: Francisco  Miranda. En 1994 le invité a acompañarme a San Luis Potosí, a Tamaulipas y al norte de Veracruz en donde grabamos a Los Camperos de Valles, a Perla Tamaulipeca y a unos magníficos cantantes que eran ganaderos de la isla de Juan A. Ramírez.

Caña con maracuyá, acompañimiento importante en las grabaciones de Los Camperos de Valles. Fue el primer viaje de campo de Salvador Tercero, 1994.

Caña con maracuyá, acompañimiento importante en las grabaciones de Los Camperos de Valles. Fue el primer viaje de campo de Salvador Tercero, 1994.

Marcos Hernández, director de Los Camperos, nos había hablado de estos dos hermanos que cantaban no profesionalmente sino por gusto. Uno de ellos tenía una carnicería en Pueblo Viejo y el otro se dedicaba tiempo completo a la ganadería. Llevé a Salvador y a Los Camperos a Pueblo   Viejo y nos presentamos con Cástulo en la carnicería. Esperamos la llegada del hermano ganadero en una cantina local en donde comíamos kilos de camarón para pelar. Pasaron las horas hasta las seis o siete de la tarde cuando apareció Narciso Pérez Maya, listo para hacer la grabación. Con cierta alegría nos dirigimos a un hotel abandonado en una colina del pueblo en donde Salvador había preparado un cuarto, lejos de cualquier sonido ajeno. Con Marcos en la huapanguera y Goyo en la jarana, su compadre Joel Monroy en el violín, grabamos estas increíbles voces de falsete huasteco y quiero pensar que abrimos un poquito más los gustos musicales del flamante grabador de campo.

Salvador estaba un poco nervioso, me recuerdo, sacado de su mundo, pero su capacidad natural con la gente, junto con su maestría técnica, aseguraba que el viaje fuera productivo y divertido (la combinación es importante). Trajimos muchos kilos de acamayas y material que luego produjimos en una antología del son huasteco que se llama ‘El caimán’. Fue cuando descubrí  la capacidad de Salvador como editor, la cual maneja con gran acierto por la musicalidad natural que tiene.

Un año después me acompañó a grabar a un grupo jarocho, para incluirlo en el disco ‘La iguana’, aunque el viaje fue de otro estilo ya que el grupo recién había emigrado a Cancún y el mayor problema fueron las hordas de Spring Breakers que habían invadido la ciudad y sus playas. Como grabamos en un hotel del pueblo, tuvimos que cubrir las ventanas con colchones para aislarnos de los gritos histéricos de los turistas.

Salvador preparando la grabación de campo con Los Camperos de Valles

Salvador preparando la grabación de campo con Los Camperos de Valles

Para realizar una grabación de campo se requiere de buen equipo –por supuesto– pero también de un buen entendimiento entre productor, grabador y músicos, que incluye un conocimiento amplio por parte del productor de la música que quiere grabar y una gran empatía con el grupo musical. Para mí esta confianza humana y profesional entre los participantes en la grabación es lo más importante. De hecho, el mito del gran estudio puede, en algunos casos, convertirse en una inhibición para la expresión máxima de la música tradicional. Esto está cambiando con las nuevas generaciones de músicos pero hace 20 años solíamos lograr una mejor calidad de grabación llevando el equipo a las casas o locales de la región en vez de invitar a los músicos a grabar en un estudio de la capital. Fue más costoso en términos económicos pero valía la pena. El interés finalmente es registrar la cultura musical de los intérpretes en las condiciones idóneas para ellos y no la imposición de un ambiente que solo el grabador conoce.

Los Macorinos, guitarristas de Chavela Vargas, escuchan con Salvador material grabado en Morelos 2012.

Los Macorinos, guitarristas de Chavela Vargas, escuchan con Salvador material grabado en Morelos 2012.

La más importante grabación de campo que ha hecho Salvador conmigo durante todos estos años fue en 2011 cuando Chavela Vargas pidió que la grabara en Morelos en vez de viajar a un estudio en el Distrito Federal. Salvador, y su asistente Andrés Salgado, llevaron el equipo profesional para asegurar la calidad del sonido y armamos el estudio en una casa de Tlayacapan. Con la montaña llamada Cihuapapalotzin (La Mujer Mariposa) de frente, Chavela recitaba el poema de Federico García Lorca “Volaré por el hilo de plata” mientras que grabamos a sus dos guitarristas en otro cuarto, conectados con la diva por medio de televisión y líneas de audio.

Salvador  graba a Chavela Vargas, en Morelos, 2012Después de cada tema, nos reuníamos todos para revisar la grabación y repetirla si fuera necesario. Por su edad y por la gran seriedad con la que trabajaba Chavela, hicimos unas seis grabaciones de esta manera, construyendo una y otra vez el estudio dentro de la casa de campo. Después de cada sesión hubo comidas largas y entretenidas con moles locales, los chistes cada vez más coloridos de Miguel Peña, talentoso guitarrista de Chavela y, frecuentemente, el canto gustoso de la diva misma. La ternura con la que Salvador trataba a Chavela, ya con sus 93 años encima, contribuyó a la gran calidad del disco terminado: ‘La luna grande, Homenaje de Chavela Vargas a Federico García Lorca’.

En abril de 2012 lanzamos el disco en el Palacio de Bellas Artes, con Salvador como ingeniero, y este concierto resultó ser el ganador de la Luna del Auditorio en la categoría de Mejor Concierto de Música Iberoamericana. Hizo un trabajo igual de brillante con los dos Festival Balkan que produjimos en el Plaza Condesa.

 

Lo que no hemos mencionado es la faceta de Salvador Tercero como maestro. Su escuela Sala de Audio (Dinamarca #83, Colonia Juárez (www.saladeaudio.com.mx) acaba de abrir sus nuevas instalaciones que son impecables. El ambiente refleja la personalidad y profesionalismo de Salvador. Ojalá que decida preparar a sus estudiantes también en el arte de grabar fuera del estudio para que la música tradicional mexicana cuente con una nueva generación de grabadores sensibles y creativos.

Chavela Vargas y la Nostalgia Lorquiana

Lorca siempre estuvo presente en la vida de Chavela Vargas. Cuando ella abandonó para siempre su natal Costa Rica, la esencia del poeta granadino la acompañó en su viaje definitivo a México. Pero desde antes de ese iniciar ese recorrido, el bardo ya estaba en ella. Chavela lo recuerda en la Residencia de Estudiantes en Madrid. Cuando en alguna de sus noches de insomnio escuchaba al poeta tocar el piano o conversar con Salvador Dalí. La naturaleza de esas palabras vertidas en la oscuridad es un misterio, pero ahí estaban esos susurros, esos retazos gentiles que permanecen ahora en otra oscuridad, ésa en la que la historia extiende su velo para apenas ser distinguidos como siluetas en el tiempo. “La Luna Grande, de Chavela Vargas a García Lorca” es el homenaje que la cantante de voz áspera reservó para el final, como ese último trago, el mejor de todos, que nos hace tomar valor para iniciar un nuevo recorrido, siempre desconocido.
Laura García Lorca, sobrina del poeta, lleva en la piel el timbre de Chavela, capaz de conmover a quien la escuchaba, porque en esa manera de soltar la palabra se escondía el secreto para revelar “no sólo un conocimiento de lo humano sino de la naturaleza, de los elementos, y también de lo que uno intuye que está al otro lado”.
Laura habla con la autoridad de la que sólo gozan quienes conocieron a las personas en su periplo de convertirse en leyendas. Porque Chavela Vargas, fue, incluso antes de que la edad le cayera encima, una épica viva, de “soledad infinita”, a quien cubría su eterno jorongo y las palabras de Federico García Lorca, que ella guardó con celo y presumió con orgullo: “Me quedé con la nostalgia”.

La Luna Grande. homenaje de Chavela Vargas a Federico García Lorca

Chavela Vargas en el Palacio de Bellas Artes

El domingo 15 de abril de 2012, Chavela Vargas presentó La luna grande, su homenaje a Federico García Lorca, en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México. La acompañaron Laura García-Lorca, Eugenia León, Martirio, Raúl Rodríguez y sus infaltables Macorinos, Miguel Peña y Juan Carlos Allende. Fue un hermoso, generoso suceso – y sería también el último en México. Compartimos con ustedes fragmentos del concierto, en grabación realizada por Canal 22.

La Luna Grande, Homenaje de Chavela Vargas a Federico García Lorca: Mejor Concierto Iberoamericano

 

La noche del 31 de octubre acompañamos a María Cortina para recibir, a nombre de Chavela Vargas, la Luna del Auditorio en la categoría del Mejor Concierto Iberoamericano por ‘La luna grande’, su homenaje al poeta Federico Garcia Lorca que habíamos producido en el Palacio de Bellas Artes. Aunque la premiación no fue el ambiente habitual de Corasón, Chavela tenía una capacidad envidiable para moverse en diferentes mundos entre gente que no solían identificarse o llevarse bien entre sí. Que su despedida de su público mexicano haya sido premiada es maravilloso, también porque el lanzamiento fue un acto de mucha voluntad y amor de parte de gente que aceptó, sin cuestionar, participar en un evento nada convencional: una tarde de poesía con un ícono de la cultura mexicana (nada de diva) animada para sentarse en su silla de ruedas a escucharse a si misma recitando poesía entre las canciones de Eugenia León y Martirio que celebraban toda una vida. Laura García Lorca había aceptado moderar este evento sui generis. El equipo de producción se entregó apasionadamente – más bien motivados por algo que no fue lo económico – para que saliera un lanzamiento de un disco capaz de ganar el más importante premio para conciertos en vivo. Al recibir la presea, María improvisó una líneas muy dignas (lejos del estilo de los Oscares). Nos queda claro a todos que la ganadora es Chavela y eso merece celebrarse.

 

FESTIVAL MÉXICO NOW Eugenia León, Ely Guerra y Tania Libertad rindieron tributo a Chavela Vargas en el Carnegie Hall

Ely Guerra, Eugenia León y Tania Libertad, tres de las mejores cantantes latinoamericanas, rindieron homenaje a la recientemente fallecida Chavela Vargas en una noche de música inolvidable.

Chavela Vargas es, sin duda, la reina de la música mexicana. Tres cantantes de México de diferentes géneros y cuya fama alcanza el mundo entero, se unieron para rendir homenaje a esta leyenda. A Ely Guerra, una roquera nacida en Monterrey, ganadora de un premio Grammy Latino, le llaman la PJ Harveyhispano parlante, canta una mezcla de rock, electrónica y pop mexicano. Eugenia León, ganadora del prestigioso Festival OTI en España, es una intérprete que, en sus 25 discos, ha explorado ritmos como el tango, el bolero, la norteña, la música brasileña, y las rancheras. Ha cantado por el mundo entero y a través de sus programas de TV y radio ha brindado a las audiencias mexicanas la riqueza de la música internacional. Tania Libertad, quien nació en Perú pero vive en México desde 1980, es la leyenda del World Music. La ganadora de un Latin Grammy ha grabado 38 discos y ha tocado en los grandes estadios del mundo sin perder su autenticidad, su pasión y su dedicación a los desafíos del espíritu humano, cualidades que la han hecho famosa en México y el resto del mundo.

 

 

Miguel Peña y Juan Carlos Allende: Los Macorinos de Chavela Vargas

Miguel Peña y Juan Carlos Allende son, cada uno por su camino, guitarristas de muchísima talla. Se juntaron en 2006, ambos con sus dudas, para acompañar a Chavela Vargas y lo entrañable de esa relación resultó, entre otras maravillas, en su bautizo como ‘Los Macorinos’.

Miguel Peña nos habla sobre su carrera como guitarrista:

Juan Carlos Allende nos habla sobre su carrera de músico: